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Ser político no es buen negocio para algunos. Al menos, eso es lo que asegura Arnold Schwarzenegger, a quien ser gobernador de California, en Estados Unidos, le costó 200 millones de dólares.
Incluidos los gastos y los ingresos perdidos al dejar de actuar en películas de Hollywood, "en total probablemente son más de 200 millones de dólares", afirmó al diario Krone de Austria cuando se le preguntó sobre el costo de sus dos mandatos en Sacramento.
"Pero no lo lamento. Valió totalmente la pena", dijo.
"Lo que fue mucho peor fue el daño que mi tiempo como gobernador le hizo a mi familia. Hay mucho que reparar ahí", dijo, recordando los numerosos domingos en los que su mujer, Maria, y sus hijos, rompían a llorar debido a su apretada agenda de trabajo.
Schwarzenegger dijo que su familia odió su trabajo durante sus primeros años como gobernador, cuando dejaba su casa de Los Ángeles cada lunes para ir a la capital del estado de California, Sacramento, y no regresaba hasta el fin de semana.
"Cada vez me rompía el corazón", dijo el político republicano, que ocupó el cargo de gobernador desde el año 2003 hasta principios de este mes.
"En mi segundo mandato lo hice mejor. Intentaba volar a casa cada noche", dijo.
REUTERS
