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Tierra del amor, el romance y la seducción desde hace décadas, las arenas blancas y aguas cálidas de Buzios sedujeron a Héctor “Zeta” Bosio y su flamante esposa, Estefanía Iracet quienes, a doce horas de dar el “sí”, abordaron un vuelo que los llevó directamente a tierras cariocas. “Estamos muy felices con nuestra boda. Este lugar es paradisíaco. Por fin tenemos unos días para descansar. Nosotros disfrutamos estando juntos. Somos muy compañeros. Amo ir con Zeta a los conciertos, él me acompaña a los desfiles y en cuanto volvamos, tenemos que comenzar a viajar otra vez, pero por trabajo, así que estos días nos vienen bárbaro”, contó ella.
Algo cansados por el viaje y la intensidad de los momentos vividos, llegaron el sábado 9, bien temprano y contemplaron el amanecer en Río de Janeiro. Siempre abrazados, hicieron el trayecto hasta Buzios para instalarse en una de las suite de lujo del Brava Hotel, el complejo más top de la ciudad, ubicado en la exclusiva Praia Brava. Luego de pasar unas horas refugiados en su habitación, salieron a recorrer el lugar, brindaron en soledad por su amor.
Inseparable de su rosario de cristal de roca, Estefanía reconoció que lo que más le atrae de su esposo es “su humildad, sensibilidad, dulzura y su capacidad de comprensión para todo. Tiene una gran pasión por lo que hace. Su paciencia y serenidad son admirables. De hecho yo soy su opuesto, por eso nos complementamos Cada uno tiene algo distinto al otro, y eso está muy bueno", dijo y enseguida se refirió a la diferencia de 28 años de edad que hay entre ambos "Creo que no podría estar con un chico de mi edad. Zeta me enamoró completamente. No vivo pensando en el futuro. Si en algún momento me pasa, enseguida vuelvo al presente. Si me pongo a pensar que dentro de tantos años él va a tener cierta edad y yo otra, no es bueno. No puedo. Pienso en el hoy. Siento que vivimos un presente que se viene construyendo hace rato”, sintetiza.
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