Tras sufrir un aborto involuntario hace dos años, Lily Allen se sintió “aterrorizada” al saber que estaba embarazada de nuevo.
La cantante dará a luz en febrero del año que viene y admite que durante los tres primeros meses sintió miedo por su futuro hijo.
En una entrevista con la revista ‘Sunday Telegraph’, la cantante ha profundizado en su vida privada, y ha admitido que su pareja, Sam Cooper, “ha transformado su vida”.
Atrás quedan aquellos días en los que sustituía comida por alcohol y tenía trastornos alimenticios. La cantante ha dejado incluso de usar Twitter, tras lo que confiesa sentirse “mucho más feliz”.
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