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Vilma Palma e Vampiros adelantará este viernes algunos temas de su próximo disco 20-10, en el sexto aniversario de la Fiesta de la Cabeza (Magno Paso 8200, Lomas de Zamora).
"El disco, que saldrá a la venta en septiembre, se llama así porque cumplimos 20 años como banda y es nuestro décimo disco de estudio", comentó el líder de la banda, Mario "el Pájaro" Gómez.
Sobre el álbum, que estará compuesto por 12 temas nuevos y dos remixes, Gómez afirmó que se trata de "un reto" para una banda que se mantuvo a flote durante dos décadas a fuerza de reversiones de temas clásicos como La Pachanga, Auto Rojo y Fondo Profundo. "Nosotros tenemos que darle a la gente algo nuevo porque hay mucho público de chicos jóvenes que ni habían nacido cuando sonaban esos temas que nos piden hoy, así que es todo un reto darle algo nuevo a ellos", comentó.
-¿Por qué creen que la gente no pide nuevos temas de la banda?
-Es una constante para nosotros que nos pidan temas viejos y ya nos pasó cuando sacamos otros discos. Generalmente son las canciones de los tres primeros álbumes las que nos piden siempre. Me parece que eso pasa porque Vilma Palma no es una banda del momento, sino que la gente la hizo suya, la lleva en el corazóny contra eso no se puede ir. Creo que por eso esas canciones no pasaron de moda, se redescubrieron, se regrabaron y volvieron a sonar.
-¿Y a qué le cantan en "20-10"?
-Yo no compongo, yo hago las melodías. Pero hay muchas letras que hablan del amor, del desencuentro y también de la joda, siempre nos gustó escribir sobre la joda porque eso sigue la línea del grupo. Digamos que son letras que siempre rozan lo ficticio con lo real.
-Son una de las bandas más solicitadas en fiestas privadas, casamientos, cumpleaños pero se los ve poco en los circuitos más comerciales, ¿Sienten que encontraron su nicho ahí?
-Hoy en día tocamos donde tenga que ser. Si lo hacemos en una disco está todo bien, las fiestas son muy importantes para nosotros y por algo será que nos piden tanto. Está buenísimo porque por ahí vas a fiestas muy sofisticadas en las que no podés creer que la gente cante La Panchanga o fiestas de gente normal pero, al final, todo confluye en que el público de cualquier estilo se prende fuego con nosotros y eso está buenísimo. Esto es un trabajo y vivimos de esto. Nos sabemos adaptar a lo que se nos pide y, aunque nos gustaría tocar siempre en un estadio, por ahora no se puede.
Télam
