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La gran fiesta terminó a las 7:30 de la mañana. Agotado, Marcelo Tinelli se fue del galpón en la Boca donde sopló las 50 velitas. En este momento, según informa HaceInstantes.net, el conductor está partiendo hacia Punta del Este para seguir con los festejos. Pero esto fue lo que pasó anoche.
El relato lo hizo Puroshow.com. El sitio asegura que hubo algo más de 350 invitados en la fiesta de cumpleaños de Tinelli en La Boca, que bailaron al son de bandas en vivo luego de disfrutar el mini recital de Cacho Castaña, quien interpretó “Café la humedad” y “Para vivir” entre otros éxitos, minutos después de que el anfitrión soplase las 50 velitas.
Los participantes del evento contaron con un gran operativo de seguridad que los guió hasta el sitio de celebración, que contó con varios patrulleros y un gran número de personal de seguridad que rodeaban “la arenera”, como le llaman a “Eletrica”.
También actuaron Vilma Palma e Vampiros cantando "Auto rojo", "Bye bye", "Fondo profundo", "Fernet con Coca" y "La Pachanga". Una de las más animadas de la pista fue Karina Rabolini, quien no pudo hacer interactuar a Daniel Scioli y Mauricio Macri.
Paula Robles y su hija Juanita bailaron muy cerca de Soledad Aquino y sus hijas, Micaela y Candelaria sobre el piso de acrílico iluminado al estilo disco bajo decenas de bolas de boliche, pantallas de leds y grandes arañas. Además, el salón contó con un sector VIP para 75 personas que pudieron degustar vinos internacionales de alto nivel y otros placeres gourmet.
Los regalos más insólitos: dos estatuas filipinas de parte de Pablo “Chato” Prada y Federico Hoppe, sus productores ejecutivos; un banco de plaza; un equipo deportivo retro de marca mundialista de parte de Freddy Villarreal; un par de zapatillas de colección de Pablo Granados; una mortadela de manos de “Carna”; un barco réplica; y una camiseta de Vélez con el apellido Tinelli en su espalda y el número 50.
Marcelo recorrió las mesas y los livings de un salón ambientado por Bárbara Diez, acompañada por su marido Horacio Rodríguez Larreta, y se fotografió con cada grupo de invitados. La torta fue inmensa y el coro del “feliz cumpleaños” logró emocionar a Marcelo. El menú estuvo basado en la cocina italiana, no faltó el sushi y a las 5 de la mañana comenzó la rueda de pizzas.
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