La exitosísima protagonista de Hanna Montana, Miley Cyrus, parece que está cansada de las críticas cada vez que saca un pie fuera de su casa. Es que a nadie le gusta que, siendo admirada principalmente por millones de menores de 13 años, la actriz y cantante se salga de sus carriles y se haga un tatuaje, o baile provocativamente, o use shorts un poco demasiado cortos.
Pero Miley tiene claro cuál es su rol en este juego, y por eso dijo en el número de febrero de Harper's Bazaar que "Mi trabajo es ser un modelo de conducta, y eso es lo que quiero hacer, pero mi trabajo no es ser una mamá. Mi trabajo no es decirle a tus hijos cómo actuar o cómo no actuar, porque eso es algo que todavía estoy tratando de entender yo misma. Asi que quitarme eso es un poco egoísta. Tus hijos van a cometer errores lo haga yo o no. Así es la vida".
Una chica con algunas cosas claras.
Vía E! Online